POR ROGELIO MORENO SÁNCHEZ.

En este espacio quiero compartir las vivencias que escribió mi padre sobre su infancia. La muerte nos lo arrebató hace poco y estas pequeñas memorias quedaron inconclusas. Las escribió para compartirlas con todos aquellos que le querían a él y a su Zafra y esta red infinita permite que esto pueda ser una realidad.


domingo, 4 de noviembre de 2012

Parte VIII



Había otra vivienda donde empezaba la confluencia de la vía al Cementerio y la carretera de La Lapa. Bueno lo de casa es un decir, había que denominarla como un cobertizo, que tengo entendido sirvió como inmueble para realizar autopsias. La verdad es que en mi dilatada subsistencia por aquellos andurriales del Rosario nunca supimos de esos menesteres tan tétricos. Todos fallecían de muertes naturales. Y es que siempre conocimos aquel cuchitril  ocupado por un montón de gente, sin saber calcular si eran una o varias familias las que malvivían en aquel tugurio sin luz, ni agua. Y  es que, en nuestra niñez permanente, nos fijábamos poco en todo ese mundo un tanto turbador que nos rodeaba, pero que existía. Ahora pienso, en la lejanía del tiempo, que si nosotros subsistíamos con unos mínimos económicos, aquellos que vivían en unas circunstancias tan  terribles deberían estar en  un eterno desasosiego.

La sorprendente paciencia de nuestro pueblo, aguantando sin rechistar todas las carencias, no sé si era condición inherente de la memoria reciente o se sabía de antemano que el rechistar o reclamar algo sería totalmente inútil.
                                               

Unas fechas después llegó a la congregación el padre Martín. Este era un enamorado del fútbol y pronto cogió la riendas de los cordimarianos y formó un equipo de jóvenes que sabían darle a la pelota: Juanito Pons, Pepín Pons, Siso Palacios, Macario, Angulo…. Formaban un buen plantel. Y como por entonces en Zafra había pocos equipos para competir, empezaron a salir a jugar partidos por otras localidades vecinas. Yo por entonces empezaba a despuntar en esto del fútbol, y algunas veces, si había alguna baja en los cordimarianos, me llevaban, creo que para hacer bulto, aunque  poco podía cubrir... (continuará en la parte IX). 

2 comentarios:

  1. Recuerdo ese cuchitril de la época de la "Sección Mixta del Instituto", en sus primeros años y realmente era tétrico.
    Gracias Marga.

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  2. Gracias Jose Luis. Tus comentarios enriquecen el blog y a mi padre le hubiera encantado dialogar contigo sobre estos recuerdos.
    Besos

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